Y vivieron felices para siempre. Juntos. Los dos. SIEMPRE.
Estaba en secundaria cuando escuché por primera vez la letra que cantaba Héctor Lavoe al empezar su canción.
Me traumé.
No es que fuera una ilusa pensando en la eternidad, pero el hecho de escuchar ciertas verdades en unas letras cantadas hace parecer que las melodías más bonitas son también las que más duelen.
Duele si el fin de algo implica que te debes quedar solo.
Antes me molestaba, ahora es diferente.
La gente debería aprender a acompañarse de sí misma.
No depender. Ni de un dios, ni de un amante. Solo ser.
Me encuentro muchas veces disfrutando de mi momentos a solas.
Siendo yo con un libro, con una banca, con las fotos, con lo inerte que vive para hacerme feliz.
Es que cuando es suficiente que tu mente te hable y responda, estoy en paz.
PD: La soledad no es necesariamente triste.
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Oye amo tu post
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ibas preciosa, genial esa falda!
besos
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Me encanta tu estilo 🙂 Me gustaría proponerte un proyecto. Please contactame si te interesa 🙂
Lindo día!
Lucia
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acabo de descubrir tu blog y el look esta super chulo! igualque las fotos son geniales
bssssss
espero que te pases por el mio!
cristinatresserras.blogspot.com
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Gracias!
Me encanta la primera foto, y la combinacion de tu falda con los zapatos 🙂
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La falda es genial!
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Me gusta todo en este post, el look por un lado, y la reflexión por el otro 🙂
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