“Yo hago murales, arte urbano.
Me gusta estar en la calle pintando.
Hay un ambiente y una interacción con la calle muy bacán.
No necesitas exponer en una galería.
¡Es un muro itinerante!
Tú sabes que ese muro va a morir en un día o en una semana,
pero existe esa comunicación con la calle, esa comunicación con la gente
y con el huevón que pasa vendiendo caramelos que te dice “¡Bien, primo!”.
Para mí, eso es lo más chévere”.
– Monks, 23 años, Solo #90, Grau –